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sábado, 31 de octubre de 2009

Derrota en Tablas


Que Bruselas haya terminado por expedientar a España por la degradación de las Tablas de Daimiel; que una de las 14 joyas de la naturaleza española catalogadas como Parque Nacional sea un inmenso secarral; que durante más de cincuenta años -desde que Franco abrió el grifo en 1956 hasta que José Bono, desde la presidencia de Castilla-La Mancha, apostara por una nefasta política de regadíos- se hayan creado miles de pozos, legales o ilegales, de hasta más de cien metros de profundidad; que de las 1.600 hectáreas encharcables de la laguna sólo cinco estén hoy inundadas, al tiempo que se autogeneran de modo incesante incendios subterráneos ocasionados por la oxidación de la turba acumulada durante miles de años, que le dan al terreno un aire muy similar al que Cormac McCarthy describía en La carretera después de que se hubiese producido una hecatombe nuclear; que uno de los refugios de aves acuáticas más importantes de Europa haya alcanzado un punto que muchos consideran ya de no retorno.

Que esto haya sucedido cuando se viene avisando desde hace lustros de la gravedad del problema (no se dejen engañar por esos greñosos ecologistas), no importa. Gürtel, Troya, Astapa, Arcos, Alexía, Faisán, Mercasevilla, Viajes, Malaya, Poniente. Éstas son las palabras que marcan la pauta informativa. La munición con la que la clase política española, representada por sus dos grandes partidos, está librando la más estéril y maniquea batalla que una sociedad, avanzada pueda permitirse.

El sexo de la ministra de Economía, la apertura de un debate, como el del aborto, que creíamos cerrado hace 25 años, quién va a presidir tal o cual entidad bancaria o quién se va a fusionar con quién, qué van a cobrar los directivos de las grandes empresas (como si fuera relevante que perciban mil o diez mil veces más de sueldo que la mayoría de los comunes mortales)... Cuando pensábamos que uno de nuestros males era la imponente presencia del fútbol y otros deportes en nuestro día a día, descubrimos que los debates sobre el sistema de juego de Pellegrini, la estrechez del banquillo del Barça, o la recuperación de Nadal son, junto a los contenidos del último ‘Sálvame’, temas mucho más interesantes y sesudos que los que acaparan los titulares informativos de la prensa seria.

En un país en el que ya casi nadie se sonroja, en el que el decoro, la educación, el respeto y la vergüenza, han pasado de encarnar las mejillas de los ciudadanos a cotizar en rojo en el parqué de los valores humanos, temas como la destrucción de nuestro patrimonio natural carecen de importancia. El fuego subterráneo de Las Tablas es la metáfora precisa que describe la realidad política y social de nuestros días. Al fin y al cabo, lo que vemos en superficie, esas fumarolas que se escapan por las oquedades del paisaje yermo, no simbolizan más que el humo y las cenizas que nos impiden ver las brasas que a fuego lento, alimentadas por el oxígeno de la más indisimulada mendacidad, nos están consumiendo.

lunes, 27 de abril de 2009

Qué luces tienes

No vamos a descubrir ahora las grandes dosis de ingenio de las que se vale la publicidad en nuestro tiempo. Lo bueno, además, es que parte de ese talento se pone al servicio de causas que merecen la pena, como la lucha contra la degradación de nuestro maltrecho medioambiente. Un ejemplo más:

WWF. “Cuando te dejas la luz encendida, no eres el único que lo pagas”.
Agencia Ogilvy & Mather, Ucrania.

[visto en chiquiworld]

martes, 30 de septiembre de 2008

Obama y McCain: problemas con la bebida... embotellada



1) “Obama tiene un problema con la bebida. El agua embotellada.
El año pasado, el agua embotellada generó más de 2,5 millones de toneladas de dióxido de carbono".
2) “McCain tiene un problema con la bebida. El agua embotellada.
Para la fabricación de agua embotellada se utilizan 17 millones de barriles de crudo cada año".


[visto en chiquiworld]

martes, 15 de julio de 2008

¿Problema? ¿Qué problema?


“Si seguimos siendo insensibles al problema del cambio climático, una cuarta parte de las especies vivas del mundo se extinguirá” (Agencia Grey para Greenpeace)

[Visto en chiquiworld]

viernes, 20 de junio de 2008

Silencio. Se hunde

[Desde hace una década los habitantes de Kiribati tienen que asistir a escenas como ésta. Esta imagen de Greenpeace corresponde al año 2005]

Ya estoy aquíííííííí –dijo el cambio climático mientras clavaba su pupila en mi pupila azul. Ya estoy aquí y he venido para quedarme.

Seguro que recuerdan la recreación que los de Greenpeace hicieron de La Manga del Mar Menor a cincuenta años vista y de la airada reacción de los promotores de esta zona. ¡Es que con tanta alarma, tanta alarma, nadie va a querer comprarse un piso! ¡Que es agua, no ácido clorhídrico, pijo!

Pero lo que desde luego no es ciencia-ficción es la situación que están viviendo los 105.000 habitantes de Kiribati - un archipiélago de 33 atolones que flota entre Hawai y Australia –y cuya superficie total es similar al municipio de Madrid- mientras ven cómo el agua empieza a llegarles al cuello.

Según algunas previsiones, estas islas del Pacífico podrían convertirse en las primeras víctimas del calentamiento global del planeta, bueno, si dejamos aparte a los osos polares, los elefantes africanos y demás bichitos insignificantes que pueblan la película Tierra. Si nadie lo remedia, serán devoradas por el océano en menos de medio siglo.

Naciones Unidas ya advirtió en 1989 del funesto sino que le aguardaba a este paradisíaco conjunto de islas. Nadie les creyó. ¿Cuántos otros vaticinios apocalípticos se han quedado en nada de Malthus para acá? Pero en sólo diez años dos de sus islas –Tebua, y Abanuea, “la playa que más tiempo permanece” quedaron borradas del mapa. Menos trabajo para los cartógrafos.

Ante tal panorama el presidente de este pequeño Estado de Oceanía, Anote Tong, ha emprendido una gira internacional para encontrar una nación de adopción para sus compatriotas. Eso sí, corriendo una suerte bastante desigual. De hecho, sólo el Gobierno de Nueva Zelanda parece dispuesto a atender su grito de socorro con el fin de combatir los efectos del cambio climático –de hecho, han suscrito un acuerdo bilateral con el ejecutivo de Kiribati por el que dobla sus ayudas en los próximos cinco años-, mientras que chinos y australianos han preferido hacerse los suecos, lo que ha cabreado no poco al presidente de esta pequeña nación, quien se lamenta de que mientras son otros los culpables de la contaminación global, son ellos los que más pagan los daños del cambio climático. No le falta razón.

El éxodo no es la única opción para la población de Kiribati. Al parecer se podría evitar el hundimiento del archipiélago con la construcción de un dique de refuerzo en las Islas Gilbert. El inconveniente es que su construcción costaría más del doble del PIB del país.

De momento, la incertidumbre pesa sobre esta república prácticamente desconocida que empieza a asumir ya su papel de nueva Atlántida.

martes, 10 de junio de 2008

Publi verde: un compromiso con la imaginación


1) Gobierno Estatal de Australia Oeste. “Es tu elección”. Agencia Marketforce, Australia.

2) Greenpeace. Agencia Grey, Israel.

[visto en chiquiworld]

martes, 22 de abril de 2008

Día de la Tierra


¿O habría que decir de la Mierda?

La imagen, que tomo de soitu, es una fotografía de archivo captada el 4 de mayo de 2007 que muestra a dos niños filipinos sumergidos en las aguas contaminadas del río Wawa, en la provincia de Cavite, Filipinas.

¿No es el momento–parafraseando a JFK- de ir pensando no lo que la Tierra puede hacer por nosotros, sino lo que nosotros podemos hacer por el planeta?


miércoles, 2 de abril de 2008

La "solución" china, ¿una alternativa para frenar la sequía?

(Pantano aragonés de Mediano)

El conflicto en Tibet y las presiones diplomáticas que pueden empañar la próxima ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos en el país asiático no son ni mucho menos las únicas preocupaciones que tienen los gobernantes chinos en la actualidad.

Uno de los problemas más acuciantes que afronta el régimen comunista es el de la pertinaz sequía que sufren algunas zonas del país, especialmente las provincias septentrionales, donde ya ha causado graves problemas de escasez de agua para la población, el ganado y los cultivos.
Veinticuatro horas antes de que la antorcha olímpica llegara a la plaza de Tiananmen para emprender un viaje de 137.000 kilómetros que la llevará a una veintena de países en los cinco continentes -en lo que será el relevo más largo de la historia olímpica-, la capital del gigante asiático, así como la vecina provincia de Hebei, tuvieron que echar mano de la tecnología, en concreto usando yoduro de potasio, para poder aliviar las consecuencias de la falta de agua.
Según informó la Oficina Municipal Meteorológica de Pekín las bases de control meteorológico lanzaron cohetes y dispararon proyectiles que contienen yoduro de plata contra las nubes para desencadenar las precipitaciones, logrando de este modo la lluvia más abundante y de mayor duración de la primavera.

Como resultado de esta acción se lograron matar dos pájaros de un tiro, ya que la ceremonia de la antorcha olímpica pudo celebrarse en Pekín bajo un espléndido cielo azul, y es que la estrategia de provocar lluvia artificial con el fin de despejar los cielos encapotados y limpiar la atmósfera de las temidas tormentas de arena, es también una acción muy frecuente en grandes ceremonias al aire libre y, sin duda, será una práctica habitual durante la celebración de los Juegos.Vista la aparente eficacia del método, cabe preguntarse si dada la inquietante situación que atraviesa nuestro país, especialmente en Cataluña, este sistema no podría ser importado. Al parecer la comunidad de Madrid ya se planteó hace un par de años la posibilidad de bombardear las nubes en el embalse de El Atazar, en este caso con yoduro de plata, para incrementar las lluvias, siguiendo un método que se hace en Israel desde hace décadas y que, según decían, permitía aumentar hasta en un 19% el volumen de agua de las precipitaciones.

Este método de provocar lluvia con sustancias químicas, ­-que fue ensayado el las Islas Canarias durante los años 80 con resultados contradictorios (se llenaron las presas pero se produjo alguna inundación incontrolada)- y que los israelíes ya han exportado también a Estados y México consistiría en la utilización de aviones que arrojan sobre la parte inferior de las nubes yoduro de plata, y todo sin ningún efecto medioambiental (el método es inocuo, ya que, según sus responsables, no altera la composición del agua.)

Según la agencia oficial Xinhua, China cuenta con 6.781 cañones y 4110 lanzacohetes en su arsenal para provocar lluvia artificial, y efectuó 4231 vuelos con este objetivo entre 1995 y 2003.
Así las cosas, ya pueden generar este tipo de fenómeno meteorológico en un tercio de su territorio, concretamente, en tres millones de kilómetros cuadrados de un país que está preparando un gran centro nacional para la manipulación del tiempo atmosférico, que será operativo a partir de 2010.

Si el sistema puede ser adaptado a las necesidades de un país como España, si presenta contraindicaciones que lo alejan de esta imagen modélica que hemos visto más arriba (como la posibilidad de provocar lluvias incontroladas), y en definitiva, si podría ser una alternativa o un complemento a los trasvases o a las desaladoras en momentos de emergencia, son preguntas que algunos nos hacemos, pero que parecen estar fuera del actual debate.

martes, 18 de diciembre de 2007

Acuerdos "de mínimos"


Fácilmente puede haber sido una de las expresiones de más amplia difusión durante los últimos días. “De mínimos”. Un latiguillo convertido en latigazo para muchos de los que, aunque traspasados por un cómodo escepticismo, teníamos puestas nuestras esperanzas en lo que unos señores bien vestidos y mejor comidos se aprestaban a hacer en dos lugares que queríamos ver convertidos en puntos cardinales de nuestro particular catecismo moderno –lugares en los que creer, por los que seguir creyendo en lo mejor de nuestra especie: Lisboa y Bali. Pero, no pudo ser.

Lisboa

En la capital lusa trató de escenificarse la reconciliación europea. Pocos sitios más apropiados. Lisboa, asomada al mar, tendiendo un inmenso puente azul hacia América, y con el cordón umbilical del mismo color representado por el Tajo –el Tejo de todos los fados- atado a Europa tierra adentro. Lisboa. Tierra de descubridores. De descubrimiento. Tras largos años de zozobra, los políticos europeos querían dar por zanjada la enésima crisis de la Unión antes de que expirara el año del 50º aniversario de su fundación. ¿El resultado? Para algunos, como Timothy Garton Ash, una porquería: “175 páginas de texto, más 86 de los protocolos de acompañamiento, un anexo de 25 páginas que vuelven a numerar los artículos de los tratados existentes, y un "acta final" de 26 páginas que incluye nada menos que 65 "declaraciones" separadas”. O sea, un lío, y lo más alejado posible –nosotros, nietos de Goethe y Kant, herederos de Voltaire y Rousseau, descendientes de Pascal, Montaigne y Spinoza, hijos de Tocqueville y Max Weber, de Stephan Zweig y Walter Benjamin -de constituciones como la de los Estados Unidos. “Resulta doloroso recordar –dice Garton Ash- que hubo un tiempo en el que nuestra Constitución quería ser lo mismo que la estadounidense: una afirmación noble e inequívoca de lo que es nuestra Unión, cómo funciona y qué valores representa, en una prosa enérgica”.

Al final, ni “afirmación noble” ni “prosa enérgica”. Sino un batiburrillo en el que algunos estados afirman que les satisfacen los símbolos (bandera, himno, lema) y otros no; en el que la Carta de Derechos fundamentales será de aplicación legal en todos los Estados miembros, menos en Reino Unido; y que sin duda dista mucho de acercar la Unión Europea a los ciudadanos. Un perímetro de seguridad de 200 metros impidiendo acercarse a personas extrañas a la organización al Monasterio de los Jerónimos representaba la mejor imagen de esto que estamos diciendo.

Esto no quita que el Tratado suponga a su entrada en vigor -suponiendo que lo ratifiquen los 27 Estados miembros en enero de 2009 (Irlanda deberá hacerlo mediante referendo)- dar un pasito adelante en algunos aspectos : elimina el derecho de veto en 40 áreas, entre ellas las políticas de inmigración y cooperación policial y judicial, refuerza la presidencia, que pasa a tener un mandato de dos años y medio y acaba con las rotaciones cada seis meses; e incorpora la figura de un ministro de Exteriores. En definitiva un “acuerdo de mínimos” que algunos dan por bueno y que a la mayoría de los cuatrocientos millones de ciudadanos de los 27 países miembros -¿cuántos de ellos podrían responder a la pregunta de cuántos estados integran la UE?- les trae “al pairo”.


Bali


Pídelo todo para obtener la mitad. Rechaza dar nada para dar la mitad. Pero, ¿qué ocurre si es la principal potencia mundial la que está sentada a la mesa de negociación? Que la máxima se transforma en: “no transijas en nada, hasta el último momento, y cuando veas que todos están en tu contra, ofrece un diezmo. Esto será menos de lo que estarías dispuesto a dar, si no fuera porque eres la primera potencia mundial. Y encima te lo agradecerán.” Estados Unidos se había cerrando en banda durante dos semanas. No sólo no aceptaba fijar plazo alguno para la reducción de sus gases contaminantes sino que parecía dispuesto a abandonar la cumbre de Bali sin ningún compromiso de ningún tipo. De ahí que cuando “in extremis” decidió sumarse a la nueva “hoja de ruta” todos quisieron ver que el gigante había cedido. Pura ilusión. Lo único que Estados Unidos ha aceptado es volver a reunirse dentro de dos años para volver a hablar de lo mismo: de la necesidad de reemplazar el fallido protocolo de Kyoto por otro que realmente plante cara al problema del calentamiento global. O sea, Estados Unidos ha conseguido postergar la resolución de uno de los más urgentes asuntos que ocupan al ser humano en nuestro tiempo y que encima le aplaudan por ello. “Paula Dobriansky (delegada de EE.UU) tomó la palabra y dijo: ‘Aceptamos la proposición porque nosotros hemos venido también aquí con espíritu constructivo’. Fue cuando, por primera vez, se ha oído una ovación a la delegación de EEUU”. Magnífico.

Aunque, ¿se podía esperar otra cosa? La noche antes de este teatral desenlace –¿no decían que los guionistas norteamericanos estaban huelga?-, en un debate en la cadena SER en el que se analizaba la importancia de las decisiones que podían tomarse en este cumbre, un tipo que decía representar a no sé qué grupo conservador de los EE.UU entraba en antena desde Washington para afirmar que eso del cambio climático era “algo no demostrado”, que no se podían tomar decisiones “precipitadas” y que se estaba cayendo en el alarmismo.

A río revuelto, ya se sabe, y desde ámbitos “anti-ecologistas” (sic) se aprovechaba para señalar el colmo del esperpento en torno a la cumbre de Bali: La Cumbre de Bali generará tanto CO2 como 20.000 coches en un año.

Como dice Juan Varela en su blog: “La Tierra tendrá que esperar”.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Tierra. La película de nuestro planeta



Sábado por la tarde. Una sala abarrotada de un centro comercial espera a que finalicen los anuncios en la pantalla para disfrutar de una hora y media de entretenimiento. Pero lo que el murmulleante público aguarda no es una superproducción, una peli de superhéroes, un trepidante thriller, o una de terror. Lo que entre sorbos de vasos de plástico y rumor de palomitas los espectadores se disponen a ver es un documental. Como lo oyen. Y encima de animalitos, como esos que acompañan las siestas de nuestros abuelos en las tardes de asueto. A quienes sigan un poco la actualidad no tengo ni que decirles que la película por la que más de cien espectadores han gastado 6 euros por ver es Tierra. ¿Algo está cambiando?

La cinta inicia su andadura en el Ártico, donde una osa polar y sus dos oseznos, nacidos bajo la superficie congelada, se despiertan con los primeros rayos del sol de la primavera y salen en busca de comida. Alastair Fothergill, el director del filme ha elegido a esta especie como “símbolo” de la película y del estado del planeta. Su agónica busqueda de sustento sobre una capa de hielo que cada vez es más delgada, a causa del cambio climático, representa el drama de una cinta que, a diferencia de Una verdad incómoda de Al Gore, no pretende transmitir al espectador la precariedad de nuestra existencia con discursos políticos y argumentos científicos. Aquí no hay lugar para las soflamas, por pertinentes que éstas sean. Tampoco se acusa directamente al ser humano de ser el causante del calentamiento global, aunque en algún lugar de la película se le haga responsable de haber modificado las rutas migratorias de determinadas especies con asentamientos o vallados que obligan a éstas a hacer más largos y expuestos itinerarios en su afán de encontrar el sustento. Es el sólo poder de las imágenes por encima de todo lo que nos conmueve. Es la nívea blancura amenazada de los osos la que se convierte en la mejor metáfora de lo que ya, no en ningún hipotético mañana, empieza a cernirse sobre todos.

No son sin embargo los miembros de esta familia los únicos protagonistas de la subtitulada como “La película de nuestro planeta”. Una elefanta y su cachorro en el desierto de Kalahari o una ballena jorobada y su cría de cinco meses son otros de los actores principales de esta magnífica producción de la BBC que ha supuesto cinco años de trabajo -incluyendo 200 días de rodaje a cargo de 40 operadores de cámara- y que es en primer lugar un verdadero drama épico en torno a la lucha por la supervivencia de muchas especies en este mundo cambiante.

Decía al principio que Tierra no era una superproducción, una peli de superhéroes, un thriller, o una de terror. Pero, además de un arrebatador alegado conservacionista, también es todo eso. Porque su producción ha sido cara. Porque muestra la heroica disposición de unos animales amenazados. Porque recrea la historia de una persecución. Y porque, como en toda película de miedo, existe agazapado un monstruo, más aterrador porque ni siquiera aparece en todo el metraje: el Hombre.

lunes, 29 de octubre de 2007

Al Gore, ¿héroe o villano?


El “ex futuro presidente de los Estados Unidos” se encuentra en el centro de unos de los debates más apasionantes de los últimos tiempos. Ídolo para muchos, bufón mediático para otros tantos, lo que está claro es que Al Gore no deja indiferente a nadie. Los reconocimientos internacionales no dejan de caerle. El óscar a la mejor película documental, primero, el Príncipe de Asturias, después, el Nobel de la Paz, lo último por el momento, lo convierten en uno de los grandes personajes de este inicio del siglo XXI, pero allí donde desde algunas posiciones se le reconoce su trabajo a favor de una causa justa, desde el otro extremo se le considera a Gore como un encantador de serpientes que sólo actúa en beneficio propio. Lejos estamos de saber todavía, a tan corta distancia, qué juicio le otorgará la Historia. Lo que está claro es que éste no será unitario. Basta leer la prensa o echar un vistazo a los múltiples foros que en Internet se ocupan de su figura para darse cuenta de que defensores y adversarios no le faltan a este tipo espaldas anchas y voz modulada que es, según quién lo mire, un salvador o un simple agorero. Tratamos de resumir los argumentos con que unos y otros se disputan la “verdad incómoda” que Gore representa.

Argumentos de la acusación

-Cuando era vicepresidente de los Estados Unidos no suscribió el tratado de Kioto. Además, promocionó guerras en diferentes puntos del globo (Sudán, Afganistán, Irak, Haití, Zaire, Liberia y las de la ex Yugoslavia) cuyos efectos sobre el Medioambiente (amén de la población) fueron desastrosos.
-Los presupuestos en los que basa su discurso son “alarmistas”, “apocalípticos” e incluso “acientíficos”. Tal es así que la justicia británica ha emitido una sentencia contra el vídeo de Al Gore, Una verdad incómoda, al considerar qie que dicho documental, está “sesgado políticamente” y exhibe un rigor científico más que cuestionable
-Su labor actual obedece únicamente al deseo de revancha al haber perdido las elecciones a la Casa Blanca en el año 2000, cuando no al deseo de construirse un trampolín con el que poder recalar, ahora sí, en el despacho oval.
- Gore defiende los agrocombustibles como la soja y maíz, y defiende que éstos sustituyan a los cultivos de papas, trigo y arroz, alimentos básicos de cientos de millones de pobres del planeta. Pues bien, estos monocultivos para biocombustible ya estarían causando desertificación de grandes superficies, destruyendo bosques, pastizales y tierra de cultivos tradicionales en Latinoamérica, Asia y África lo que además de acelerar el calentamiento global, está encareciendo los precios del pan, harina, hortalizas y otros alimentos.
- Su campaña alertando de los efectos del cambio climático le está reportando grandes beneficios económicos. Un ejemplo: en los últimos diez días ha pronunciado cuatro conferencias (Palma de Mallorca, Barcelona, Berlín, Viena) y por cada una de ellas ha cobrado unos 200.000 euros.
-Posee una mina de cinc en una cuenca en Tennessee que emitió 1,8 millones de kilos de vertidos tóxicos entre 1998 y 2003
-Vive en una lujosa mansión cuyo gasto en electricidad es veinte veces superior al de una vivienda norteamericana media.

Argumentos de la defensa

- Desde finales de los años 80’ es conocido por su defensa de la naturaleza. Es en esa época cuando, sus llamamientos a favor del medio ambiente le valieron el apodo de ‘Mr. Ozono’.
-En 1991 publica Earth in the Balance: Ecology and the Human Spirit, obra traducida a más de 30 idiomas y que se convirtió en un bestseller, con argumentos de corte similar a los que ahora divulga por todo el mundo.
-Como vicepresidente de Estados Unidos hizo gala de una especial sensibilidad hacia cuestiones medioambientales como demostró al intentar que su país suscribiera el Protocolo de Kioto.
-Su película Una verdad incómoda ha hecho más por dar a conocer los efectos de la acción humana sobre el clima que todos los informes de científicos juntos publicados en los últimos años. -Su mensaje reúne todos los requisitos científicos necesarios y coincide con el de los miembros del Panel Intergubernamental de Expertos de la ONU sobre Cambio Climático, con los que por cierto comparte el Premio Nobel.
-Lejos de moverse mero ánimo de lucro, los beneficios que su película y el libro que la complementa están generando van dirigidos a campañas educativas . Además, la cantidad del galardón otorgado por la Academia sueca que le corresponde será destinado a la ONG Alianza para la Protección del Cambio Climático.
-Gore no quiere acaparar su discurso de forma exclusiva sino que está formando una legión de colaboradores que harán llegar su mensaje a todos los rincones del mundo. Sólo en España ha reclutado a 200.

Unos y otros dan versiones tan opuestas que hay que pensar que algunos, o incluso los dos según de qué punto se trate, han de mentir forzosamente. El problema es que precisamente mientras los primeros intentan hacerlo pasar por un estafador, los segundos parece que más que admirar su labor intentan canonizarlo –pese a que los títulos de “profeta”, “eco-mesías” o “redentor” provengan de quienes, desde ámbitos ideológicamente conservadores, pretenden ridiculizarlo.
Ahora bien, si yo tuviera que emitir mi juicio sobre Gore, no podría más que terminar exculpándolo de sus presuntas faltas. Al fin y al cabo, no se trata de aumentar con nuestra lupa sus supuestos errores cuando era vicepresidente de Estados Unidos –aunque lo que está claro es que no se le puede achacar a él, sino al Senado de su país, la espantada norteamericana de Kioto-, ni de poner en solfa las conclusiones que la mayor parte de la comunidad científica comparte respecto al fenómeno del calentamiento global, sino de contemplar en su totalidad al personaje, ponderando las repercusiones que su actividad está generando en la toma de conciencia global sobre un problema capital de nuestro tiempo. Y desde esta perpectiva no nos sirve tratar de encasillarlo en la categoría de ángel o en la de demonio, algo que sólo resulta achacable a la politización que de su figura se está realizando (y en la que los think tank de un lado y otro están utilizando todas sus armas), sino de reconocer que Gore, con sus luces y sombras, nos caiga simpático o como una patada en el culo, le está haciendo un gran favor a un planeta que necesita no personas que lo salven, sino al menos que lo defiendan. Y al hacerlo nos defienda de nosotros mismos. ¿O cómo era aquello de que el hombre es un lobo…?
 
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