Ezto ez Zapatero por la calle Zierpez y va y ze encuentra con uno y le dize: “Oye, tuz” Y va el otroz y le contezta: “puez anda que tuz”. Hasta ahora sabíamos que Mariano Rajoy tenía frenillo, que Carod Rovira era el único ciudadano español capaz de decir su nombre en catalán tres veces seguidas sin asfixiarse y que Manuel Chaves era objeto de estudio por parte de reputados fonetistas que aún no han descubierto cómo se puede hablar el andaluz con menos donaire. Pues, olviden lo anterior. Todo son juegos de niños (de esos de la pa- con la -ta= pata) al lado del último hallazgo perpetrado -y nunca mejor dicho- por los ideólogos del PSOE. Cansados de perros doberman y de polos con cocodrilos gigantes los responsables de imagen del presidente han preparado una campaña divertida pero que ¡guauu! qué divertida que pretende acercar a Zapatero, ese ser... único, al ciudadano de a pie. “Y todo con una sonrisa”. De este modo han sublimado la célebre fórmula ‘ZP’ de hace cuatro años para convertir a José Luis en el único ser real o ficticio -con la salvedad de El Zorro- que todo lo termina con la Z.
ProsperidaZ, competitividaZ, accesibilidaZ, empleo de calidaZ, alta velocidaZ, igualdaZ, sensibilidaZ, modernidaZ, solidaridaZ, estabilidaZ, capacidaZ... En resumen: “Con Z de Zapatero”. No me digan que no es una gran idea de FerraZ. ¡Oh! Qué casualidaZ, ¿verdaZ?
Los creadores del vídeo aseguran que se han inspirado en aquellas célebres piezas crepusculares en las que veíamos al ex-presidente Clinton haciendo de mafioso o recorriendo la Casa Blanca sin que nadie le hiciera el menor caso. A los creadores, se les ha olvidado comentar que la diferencia entre los dos casos es que este último, y pese al parecido físico de su protagonista con Mr. Bean, no tiene gracia.
Zapatero, cuidao, hace lo que puede. Intenta incluso reírse de sí mismo cuando aparecen unos muñecos de guiñol imitándolo en pleno frenesí ceceador y justifica en un golpe de efecto comiquísimo su manía compulsiva aduciendo que “Debe ser una cosa de familia o de mi tierra”. Por favor, presi, pare que me mata de la risa. Pero, si a muchos nos sorprende aún cómo este tipo ha podido llegar a La Moncloa no quiero decirles de qué manera puede afectar a la psique verlo hacerse pasar por humorista. Aunque, nunca se sabe, ahora que dicen que tanto está favoreciendo a Mediapro, propietaria de La Sexta, tal vez ZP se esté preparando una salida en el programa de Emilio Aragón, por si las moscas.
Para nuestro consuelo se trata sólo de una campaña de dos meses de duración con la que los socialistas quieren enseñar a España- atrás quedó ya lo del Estado español y otros eufemismos semejantes-, cómo no se puede ser más enrrollao. Y qué quieren que les diga, entre esto y ver a Rajoy llamando a la movilización nacional para la salvaguarda de nuestras esencias patrias (y no precisamente a jazmín olían muchas de las banderas desplegadas el pasado 12 de octubre), no sabría con qué quedarme. ¿Tal vez con el irresistible gracejo de Llamazares?
Ejem.
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