(Imagen subtitulada: Rajoy:"Te voy a dar el pasaporte en cuanto menos te los esperes".
Galladón: "Mariano no seas así. Que mira la cara que se me va a quedar")
Eran las 21.31 h. por el reloj de mi ordenador cuando Àngels Barceló, que está como una niña con zapatos nuevos desde que se hizo cargo de Hora 25, interrumpía la retransmisión del Sevilla-Barça para dar una noticia de “última hora”. Rajoy ya le había dicho a Gallardón que no estaría en las listas de las generales. Toma ya. El tono de la locutora denotaba cierta euforia. Incluso el tono de su voz parecía ligeramente asmático, como si hubiera tenido que subir corriendo las escaleras para, sin sentarse siquiera, abrir su micro y soltar la perla. O quizá fuera simplemente porque era la primera vez que cortaba un Carrusel, y ya se sabe que a los de informativos le “ponen” estas cosas. El caso es que a cualquier oyente le hubiera producido la impresión de que acababa de escuchar una “primicia”. Al fin y al cabo, a la radio siempre se le ha presupuesto esa capacidad de “adelantarse” de la que carecen medios como la prensa escrita o la televisión.
Inmediatamente decidí echar un vistazo a las distintas ediciones digitales de algunos diarios y otras webs para ver si se habían hecho eco de la noticia. Y, aquí fue cuando me encontré con alguna que otra sorpresa.
En primer lugar me fui a la que yo creía fuente de la noticia. Pero en la web de la SER sólo me encontré con un aviso de ÚLTIMA HORA con el titular de la noticia fechado a las 21.31 h., y que no ampliaba la información. Lógico, pensé. Es justo lo que Àngels –tenemos confianza- acaba de decir. A ver si en el país.com, pensé. Pero, de momento, tampoco. Similar formato, sólo que con el cintillo de URGENTE apuntando lacónicamente: “Gallardón no irá en las listas del PP al Congreso por Madrid”, aunque este presuntamente colgado a las 21.21h. Es decir, diez minutos antes.
De momento, El País se anotaba el tanto, pues mientras en elmundo.es aparecía la noticia, todavía sin más datos, a las 21.30 h, la edición digital de su rival, Público, ni siquiera recogía la información. Normal, me dije, como son nuevos todavía no estarán tan pendientes de estas cosas (algo que rectifiqué después mentalmente al caer en la cuenta de que era hora de cierre y todos andarían a la caza de un asunto que debía dirimirse en cuestión de horas). Por su parte, los medios conservadores –aunque ellos prefieren llamarse liberales (sic), libertadigital (21.38h.) o abc.es –que a las menos cuarto aún no había sacado nada- no se dieron demasiado prisa. Que ya le dará Jiménez Losantos de lo suyo a ese rojeras del Gallardón.
Pero, entonces, tras algunos rastreos más o menos aleatorios, regresé a la web de Público. Eran exactamente las 21.35 h. ¿Y qué creen que paso entonces? Que la noticia aparecía. ¡Fechada a las 21.10h! Y, además, con un comentario firmado por un tal “El sabiondon”: “El ejemplo lo puso el propio Gallardon y estaba en lo cierto. Esto es como Hamilton y Alonso... y al final no ganará ninguno.” La hora del comentario era las 21:35:43.
¿Qué había pasado? ¿Me había saltado la noticia en un primer vistazo? En este caso, el resto de medios habrían tardado hasta 10 minutos, en el mejor de los casos, y más de 20 en el resto hasta ofrecer la información. Algo ciertamente improbable. ¿Entonces, qué? Sólo quedaba otra posibilidad. Que los de Público hubieran decidido ponerle una fecha ficticia a la noticia con la intención de dejar constancia de que ellos habían sido los primeros y los demás unos mindundis. La aparición de un primer comentario acompañando a la noticia a las 21.35 h. serviría en este caso para avalar la triquiñuela. Y todo por la jeta.
Desconozco si esto se puede hacer, digo, técnicamente, manipular la fecha en la que se cuelga una información. Y quisiera pensar a que todo no se debió más que a mi vista cansada, y a que aún no había cenado, pero, me remito a lo que vi y al razonamiento esbozado.
En cualquier caso, todo esto, nos invita a hacer una lectura sobre el periodismo actual. Con Internet como cabeza de lanza de la información más rabiosamente actual, el concepto de “primicia” está quedando en desuso. Esto no es necesariamente perjudicial, en tanto que los ciudadanos disponemos de una gran variedad de canales a través de los cuales mantenernos informados, en tiempo récord, sobre todo lo que pasa a nuestro alrededor. Pero esta revolución está poniendo en cuestión al mismo concepto de “fuente”. En el caso al que nos hemos referido –que no es más que una aguja en un pajar- todos los medios daban la noticia como propia. No echaban mano de agencias, ni había tenido lugar una rueda prensa, ni un comunicado. Pero tampoco se especificaba el origen de la noticia, quién la había facilitado. Al mismo tiempo, los datos que unos y otros aportaban, con una diferencia de minutos o incluso segundos, eran exactamente los mismos, con lo que la sensación final era de que unos y otros se leían y se escuchaban en un proceso de retroalimentación mutua que puede tener mucho de información pero bastante menos de periodismo.
Evidentemente, la rapidez no lo es todo. Pero, que haya quien buitree sin pudor las noticias de otros da mucho que pensar sobre la calidad de la información que estos parásitos del que se supone el mejor periodismo español puedan llegar a generar.
3 comentarios:
Bueno quein s elleve los honores de ser el primero no es importante...
creo q gallardon es un politico muy carismatico , la decision es completamnete equivoca... pero bueno mejor, me cae muy mal rajoy, ahora ya se definitivamente que no podra ganar las generales
No me digas, Kitsch. Gracias, hombre, estaba preocupado por la victoria de Rajoy. Ahora, sin ese gran genio de la alta política como Gallardón, el PP está condenado. Dormiré mejor.
Estimado Kitsch. Es verdad, quién lo dijo primero es sólo anecdótico. Sólo pretendía reflejar la secuencia en tiempo real de la aparición de la noticia. Lo recomiendo como ejercicio para las facultades de periodismo.
Sobre el peso de la baja de Gallardón en las posibilidades de victoria del PP no estoy tan convencido como tú. Aunque tampoco comparto tu ironía, pecador de la pradera. Creo que este chapucero episodio merma realmente sus opciones. Cuando todos buscan desesperadamente el centro, perder al político que mejor lo representa no parece la mejor estrategia.
De todas formas, los debates televisivos y el factor económico serán decisivos. Y en este punto, todo está muy abierto.
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