martes, 1 de abril de 2008

Cerrado por elección

A muchos políticos –afortunadamente no a todos- les gusta ir de modernos y cuando se acercan unas elecciones vender la moto de que quieren estar más cerca de los ciudadanos. Así, ellos o sus asesores les crean bonitos blogs en los que (les) dejan sus reflexiones y permiten a los potenciales votantes plasmar sus impresiones. Pero, esta forma de democracia participativa es más aparente que real y cumplido el propósito, tan loables intenciones terminan siendo arrinconadas.
Mucho te quiero perrito, pero tras las elecciones poquito. La fiebre bloguera de nuestros políticos tenía fecha de caducidad. Exactamente “cumplía” el 9 de marzo. Y es que como se ha encargado de investigar Xavier Peytibi el 57’5% de los cabezas de lista al Congreso que tenían un blog han abandonado sus bitácoras, es decir, no han escrito más de un post –se da por hecho que el primero es para agradecer los votos a sus electores-, tras la cita electoral.

El dato es aún peor si consideramos que, según el metódico rastreo de e-Xaps, solo el 27,5% de los número 1 de todas las provincias -contando los candidatos de aquellos partidos que obtuvieron representación parlamentaria en 2004- tenían durante la campaña un espacio en Internet para interactuar con sus potenciales votantes, lo que nos daba una cifra de 33 bloguers que por partidos se agrupaban de este modo: PSOE: 14, PP: 9, ERC: 3, IU-IC: 2, CiU: 2, CHA: 1, CC: 1 y EA: 1.

Pero sólo 14 se han encargado de actualizar sus contenidos desde la fecha de autos. En concreto se trata de Josep Antoni Duran i Lleida (CiU-Barcelona), Joan Ridao (ERC-Barcelona), Joan Herrera (IC-Barcelona), Jordi Xuclà (CiU-Girona), Francesc Canet (ERC-Girona) Jordi Sevilla (PSOE-Castellón), Joaquín García Díez (PP-Lugo), José Blanco (PSOE-Lugo), Eduardo Madina (PSOE-Vizcaya), Nekane Alzelai (EA-Guipúzcoa), Ramón Jáuregui (PSOE-Álava), Maria Antonia Trujillo (PSOE-Cáceres), Francesc Vallès (PSC-Tarragona) y Jordi Ausàs (ERC-Lleida).

Los 19 blogs de candidatos que han quedado “olvidados” (el 57’5% restante) pertenecen a Bizén Fuster (CHA-Zaragoza), Gabino de Lorenzo (PP-Asturias), Ana Pastor (PP-Pontevedra), César Luena (PSOE-La Rioja), José Luís Rodríguez Zapatero (PSOE-Madrid), Gaspar Llamazares (IU-Madrid), Montserrat Palma (PSC-Girona), Esteban González Pons (PP-Valencia), Federico Trillo (PP-Alicante), Dolors Nadal (PP-Barcelona), Eloisa Álvarez (PSOE-Soria), Ignacio Cosidó (PP-Palencia), Javier Barrero (PSOE-Huelva), Vicente Guillén (PSOE-Teruel), y Cándida Martínez (PSOE-Granada). A los que hay que sumar los casos de Carme Chacón (PSC-Barcelona), Antonio Erias (PP-A Coruña), Mariano Rajoy (PP-Madrid) o Fernando Bañolas (CC-Las Palmas), quienes directamente se han dado de baja, que hay que ahorrar.

Sobrevolando estos datos, se pueden sacar varias lecturas. Por ejemplo, que los de Esquerra no sólo son los más participativos sino los más fieles a sus bitácoras, lo que, dados sus decepcionantes resultados, tiene aún más mérito; que los políticos del Partido Popular, con la honrosa excepción de Joaquín García Díez (PP-Lugo) han hecho mutis por el blog en masa tras el 9-M; y que los tres candidatos de los tres principales partidos a la Presidencia del Gobierno, Zapatero, Rajoy y Llamazares han puesto a sus blogs a criar malvas.

Está claro, la clase política española –de manera general- es consciente de la importancia creciente de Internet a la hora de formar opinión pero, como en tantas otras cosas, prefiere aplicar estrategias cortoplacistas basadas en el objetivo inmediato del voto antes que buscar la interacción con los siempre incómodos ciudadanos. A diferencia de los mítines o los actos de partido, en que los políticos se dirigen a una masa acrítica de seguidores, los blogs son –o deberían ser- espacios de libertad en que cada cual le puede cantar a uno las verdades del barquero y eso está bien para un ratito pero no para aguantarlo una legislatura entera cuando los réditos electorales que de ahí se puedan extraer no están tan claros. Es mejor así considerarlos una mera herramienta de campaña a la que se le puede dejar hibernando cada cuatro años. Al menos de momento. Quién sabe si dentro de un tiempo, y a remolque de la nueva ciber-sociedad democrática de la que los blogs forman parte, nuestros representantes no estarán obligados a pagar peaje para salir elegidos. Aunque al final se los escriban otros.

1 comentario:

e-Xaps dijo...

Muchas gracias por la referencia.
Como bien dices, es patético el uso que hacen de las TIC la mayoría de candidatos.
Eso sí, siendo sincero, pensaba que el abandono sería mucho mayor.

Saludos y felicidades por el blog, no lo conocía y me parece muy interesante!

 
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