Hace no muchos años se podían ver carteles de este tipo en establecimientos situados en la frontera con Francia. Entonces los "rumanos" éramos nosotros.
Este aviso apareció a la entrada de una tienda de electrónica -una librería ya se ve que no era- en Alcudia (Mallorca). Al parecer, los propietarios estaban cansados de los reiterados robos que rumanos -que no perros- habían perpetrado en el local.
Actualmente, el cartel, que ha levantado una agria polémica a nivel diplomático entre los dos países,ya ha sido retirado y las autoridades españolas, que consideran el suceso un hecho aislado, siguen investigando. Pero, de momento, ni han aparecido los cerebros de los propietarios de la tienda -a los que por tanto no han podido someter a interrogatorio- ni tampoco las pertenencias que les fueron sustraídas. Algunas fuentes no descartan la hipótesis de que fueran los mismos rumanos lo que 'guindaron' los cerebros, que más tarde dieron de comer a sus perros.
Todo encaja.
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