La historia de la literatura está plagada de confesiones. Pero pocos personajes han conseguido imprimirle, si se nos permite el “robo”, a la crónica de una muerte anunciada tanta fuerza como el Juan Pablo Castel de 'El túnel', la primera novela de Ernesto Sábato. Y todo desde la primera línea, desde aquel revelador “Bastará decir que soy Juan Pablo Castel,el pintor que mató a María Iribarne...”
La obra del escritor argentino cumple ahora sesenta años desde su publicación, pero se mantiene tan inquietante, verosímil y fresca como en el momento en que fue escrita, como demostró en el año 2006 Héctor Alterio al interpretar el personaje protagonista de la primera y fiel adaptación teatral de la obra.
El motivo literario no es en sí original, como tampoco es, por desgracia, infrecuente la repetición de este argumento en la vida “real”. Un hombre se enamora de una mujer, siente celos porque tiene otros amantes y la mata. Pero la descripción del proceso de obsesión que sufre el protagonista está tan vívidamente contado, que convirtió a este relato psicológico cercano a las tesis existencialistas –de hecho se ganó la admiración de autores como Albert Camus- en la obra de referencia del autor –aunque particularmente ‘Sobre héroes y tumbas’ me parezca muy superior- y la que dio a conocer a Sábato en todo el mundo.
El nonagenario escritor, como el también brillante Juan Rulfo, no ha sido un autor prolífico. Eterno aspirante al premio Nobel, Sábato cultivó el ensayo y la novela dentro de una lúcida obra que está atravesada de parte a parte por un sentimiento trágico de la existencia que, como en el mismo Unamuno –aunque por razones distintas- no renuncia a la esperanza de ver nacer un mundo mejor, menos deshumanizado y en el que los valores individualistas y materiales no expulsen los sentimientos de la solidaridad y la tolerancia, como dejó sentado particularmente dentro de su producción más reciente en su libro autobiográfico 'La resistencia'.
Ahora, sesenta años después de haber visto cómo todas las editoriales de Buenos Aires rechazaban el manuscrito de su primera novela (la publicó finalmente en la mítica revista Sur), una lectura ininterrumpida de su obra en la madrileña Casa de América servirá de modesto homenaje a uno de los más grandes novelistas en lengua española del siglo XX. En el acto, de una duración aproximada de cinco horas, participarán, entre otros, el cineasta colombiano Sergio Cabrera, el editor argentino Mario Muchnik y el escritor español José Luis Sampedro.
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